Ya vamos por la mitad.
Yo no crecí con un calendario de adviento pero desde que llegué aquí y ví que se hacía pues es una tradición que he adoptado con brazos abiertos y mente activa. Buneo eso de mente activa los primero años cuando no teníamos niños no era muy activa que el calendario era siempre el mismo, ese de chocolatinas.
Nació Lya y el primer año siguió siendo de chocolate (ya con un año algo de chocolate comía) pero los siguiente siempre he intentado hacer algo diferente.